suigéneris


 




 

jueves, febrero 14, 2002


Amo a Walt Whitman por su barba enorme
y por su verso dilatado.
Estoy de acuerdo con su voz, conforme
con su gran corazón desparramado.

Escucho a Nietzsche. Por las noches leo
un trozo vivo de Sils-Maria. Suena
a mar en sombra. Mas ¡qué buen mareo,
qué sombra tan espléndida, tan llena!

Huyo del hombre que vendió su honmbría
y sueña con un dios que arrime el hombro
a la muerte. Sin Dios, él no podría
aupar un cielo sobre tanto escombro.

Blas de Otero

Van Morrison - And it stoned me

14:44