suigéneris


 




 

jueves, noviembre 22, 2001

El otro mes fuí a ver Lucía y el sexo. La pelicula me atrapó; salí del cine con una ligera sensación de estar drogado. ¡Fantástico! Paz Vega desnuda y drogas, ¿que mas se puede pedir? Pues un guión. Porque el que tiene me parece francamente malo. Se necesitan veinticinco coincidencias cósmicas para que la historia funcione. Cuando ha pasado un rato y lo piensas fríamente, te das cuenta de que los personajes están vacios, y la única forma de llenar que encuentra medem (que gran nombre, quiero llamarme medem) es forzar esas situaciones hasta un punto casi insultante. Sobrepasa a un cuento de hadas; se te pega al cuerpo y deja un ligero tacto aceitoso.

De todas formas tengo un bonito flyer de la pelicula colgado en el comedor de mi casa. Y en el estudio. Y en el dormitorio. Hasta en la cocina. En todos sitios excepto en el baño. Vivo en un sitio muy pequeño.

17:51